Se despierta de un salto y corre al cuarto de baño. Al mirarse al espejo no se reconoce. En su interior esta seguro que era él, pero a su vez se preguntaba ¿o es esto un sueño?
Era muy real para serlo, pero hace unos minutos también estaba soñando, ¿o no?.
Se encontraba aturdido. Sudoroso. Intenta tomar el control, pensar con claridad, pero vuelve a ver la imagen del espejo y vuelve a confundirse. Se toca las manos. Toca el espejo y nota que tiene tacto. Pero claro, los sueños en ocasiones, parecen tan reales...
En ese instante, se queda como petrificado. Con la mirada perdida, le viene una imagen a la mente: estaba conduciendo de noche, junto a su mujer y su hija, que estaba en el asiento trasero. Echa un vistazo por el retrovisor y la ve con la cabeza ladeada, dormida, en su sillita. En ese instante, su mujer grita ¡cuidado!, y al girarse hacia delante se encuentra un perro vagabundo de ojos tristes parado en medio de la calzada, a unos metros de ellos. Gira el volante con violencia y va a estrellarse de frente contra la fachada de una casa vieja. A su derecha su mujer estaba inmóvil, sin respiración. Vuelve la cabeza hacia atrás y no ve a su hija. ¿Dónde está?
Cuando a va buscarla, nuevo sobresalto, esta vez mayor que el anterior:
-Vamos, levántate ya, que son las 11 de la mañana. Llamó Víctor. Quiere hablar contigo.
-¿Eh?
-Venga, la niña y yo estamos vestidas. Vamos a llegar tarde al cine de las 12.
-¿Cómo?
-Dice que tiene el perro perfecto para la niña. Se llama vagabundo. Esta noche podemos ir a buscarlo.
Corre al baño a tocarse de nuevo. Se tocaba la cara. Era él. Con los ojos hinchados, pero se reconoce. El mismo sudor frío, eso sí.
-Por lo visto es un perro que tenía una señora mayor que murió y le da pena que se lo lleven al albergue o que se escape y quede por ahí abandonado, -le explicó su mujer.
PACO CRUZ DELGADO
____________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario